lunes, 20 de abril de 2009
ME SOBRA CORAZON
hoy estoy para penas solamente,
hoy no tengo amistad,
hoy sólo tengo ansias
de arrancarme de cuajo el corazón
y ponerlo debajo de un zapato.
Hoy reverdece aquella espina seca,
hoy es día de llantos de mi reino,
hoy descarga en mi pecho
el desalientoplomo desalentado.
No puedo con mi estrella.
Y busco la muerte por las manos
mirando con cariño las navajas,
y recuerdo aquel hacha compañera,
y pienso en los más altos campanarios
para un salto mortal serenamente.
Si no fuera ¿por qué?… no sé por qué,
mi corazón escribiría una postrera carta,
una carta que llevo allí metida,
haría un tintero de mi corazón,
una fuente de sílabas, de adioses y regalos,
y ahí te quedas, al mundo le diría.
Yo nací en mala luna.
Tengo la pena de una sola pena
que vale más que toda la alegría.
Un amor me ha dejado con los brazos caídos
y no puedo tenderlos hacia más.
¿No veis mi boca qué desengañada,
qué inconformes mis ojos?
Cuanto más me contemplo más me aflijo:
cortar este dolor ¿con qué tijeras?
Ayer, mañana, hoy padeciendo por todo mi corazón,
pecera melancólica,
penal de ruiseñores moribundos.
Me sobra corazón.
Hoy, descorazonarme,
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo.
No sé por qué, no sé por qué ni cómo
me perdono la vida cada día.
MIGUEL HERNÁNDEZ
De “Otros poemas” 1935 1936
miércoles, 15 de abril de 2009
HISTORIA DE LA COCOTOLOGIA
martes, 14 de abril de 2009
APUNTES PARA UN TRATADO DE COCOTOLOGIA
(continuará...)
miércoles, 8 de abril de 2009
Anhelos compartidos
Me perderé en la noche donde me aguarda la nada.
Me fundiré en la angustia de buscar y no encontrarte.
Me esconderé en la luz que se trasluce en tu alma.
Desangraré caminos sin salidas como muros.
Recorreré los cuerpos desolados sin futuro.
Destruiré los mitos que he formado uno a uno,
Y pensaré en tu amor vivo y puro.
Te veré sonreír sin lamento de una herida.
Te veré partir y pensaré “no tendría vida”.
Te toco, te amo, renazco aqui.
¿Será un milagro si el amor vuelve a su nido?
Que puedo hacer, quiero saber,
Que me atormenta en mi interior,
Si el dolor empieza a ser y
Perder lo que no se tuvo o se amó.
Miedo a la vida y a la muerte,
Como la guerra entre dientes,
No es amor lo que me ciega,
Es el odio de las gentes.
Y yo, aquí, sin poder hacer o decir
Escribiendo estas palabras llevándose mi alma
Kanim, Kanim, toma mi alma, Al kanim!,
la que vive y muere.
Con la tristeza de tu vida,
con la vida y tu muerte.
martes, 7 de abril de 2009
TU BOCA
Hoy me vinieron a la mente las palabras que pronunció Cortázar en la grabación del capítulo siete de Rayuela (qué feos son los números entre las letras) con su acento mezclado y su lánguida voz, casi triste, casi angustiada.
Hoy pensé que lo que leí, lo que escuché y toqué era únicamente para mi.
"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exáctamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando es sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio.
Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mi como una luna en el agua."
Rayuela